Libia Rocha (Mexican Haiku)

Hago arte como una forma de reclamar, procesar y emociones y recordar: a mí misma, a mi cuerpo, a mi idioma, y aquello que se ha perdido o fracturado en el camino.

Mi trabajo entrelaza pintura, poesía y simbolismo visual para explorar la inestabilidad de la identidad, la textura sensorial de la memoria y la fuerza emocional de la transformación. Me atraen los estados liminales y los espacios intermedios: entre lenguas, entre géneros, entre la verdad y la ilusión.

En mi serie Habitar, examiné la experiencia de vivir en un cuerpo generizado que desafía las expectativas sociales. Las pinturas son intensas y caóticas—llenas de anatomías surrealistas, textos fragmentados y gestos superpuestos. Hablan desde un lugar de disonancia, duelo y resistencia.

Con Girlhood, transité hacia la luz, la suavidad y la reivindicación. Quise recuperar los símbolos de feminidad e inocencia que alguna vez me fueron inaccesibles. La mariposa, presente a lo largo de la serie, es mi metáfora del surgimiento: delicada pero tenaz, formada por la ruptura, capaz de volar.

Espejismos mi serie más reciente, se sumerge en la abstracción total. Estas obras exploran las ilusiones que sostenemos—cómo la memoria distorsiona, cómo las emociones cambian, cómo la percepción nos engaña. Cada pintura se construye lentamente, a través de capas y borraduras, convirtiéndose en un campo táctil de ambigüedad emocional. Quiero que el espectador las encuentre como quien se topa con un sueño o un recuerdo: abiertas, inquietantes, profundamente sentidas.

Mi práctica está moldeada por mi experiencia de vida y por el deseo de crear espacio para aquello que no siempre tiene sentido. Pinto para honrar lo fluido, lo inconcluso y lo silenciosamente luminoso.